Muchas veces vemos una tela y es ella quien nos dice en qué quiere que la transformemos. Estamos en verano y esta tela fresca y divertida me invitaba a convertirla en un vestido infantil que lo reflejara.
Para pasar los patrones a la tela me ayudé del bolígrafo Pilot Frixión que se borra con el calor de la plancha y también del papel de calco de Burda, es rápido y muy preciso. ¿Lo has utilizado alguna vez?
Al tratarse de un vestido infantil, quería ocultar las costuras, así que corté dos cuerpos para que el torso estuviera forrado y para la falda utilicé una costura francesa, que deja los márgenes ocultos. Es uno de los remates que más me gusta hacer, como esconde las costuras, consigue que estas no nos rocen y las guarda haciendo que la prenda sea más duradera.
Me encanta hacer faldas fruncidas, el patrón es de lo más sencillo. Para hacerla corté un simple rectángulo del largo que quería y en cuanto al ancho, cuanto más ancha sea la falda quedará con más vuelo y más gracia.
Para rematar el vestido, le hice unas mangas con vuelo directamente dibujándolas sobre la tela. Medí el recorrido de la sisa que quería que ocuparan y con esa medida tracé una línea recta, en la mitad de esta línea elegí el ancho que quería darle a la manga y tracé una línea curva desde este punto a los extremos de la línea. De esta manera tendremos una especie de semicircunferencia, la parte curva es la que nos va a dar ese efecto de volante que quería conseguir.
Ya que es un vestido para una niña de 3 años, le hice un dobladillo de más o menos medio centímetro para que quedara acorde con el tamaño de la prenda.
Et voilà! Nuestro vestido está listo para salir a jugar ^^
Si quieres coserlo conmigo nos vemos en el curso del día X
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Me encanta este vestido, y la tela que has elegido es fabulosa.